lunes, 13 de octubre de 2008

LO MAS RECIENTE

Wall Street da un golpe de autoridad y marca una contundente subida superior al 11%
en sus principales indicadores, tras las medidas globables de apoyo a la banca.

Wall Street cerró la jornada con el peor desempeño semanal de su historia al perder más de 100 puntos, debido a la desconfianza de los inversionistas en la efectividad del programa de rescate financiero por 700 mil millones de dólares, aprobado por el Congreso estadunidense.

La Bolsa de Valores de Tokio, inició operaciones este jueves con una ganancia de 4.82 por ciento influenciada por las acciones tomadas por varios paises para terminar con los días severos que se vivieron en los mercados mundiales.
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cerró este lunes con su mayor alza en más de una década,
siguiendo el optimismo de las plazas bursátiles a nivel global que se vieron impulsadas por las
medidas anunciadas por autoridades de Europa y Estados Unidos para inyectar liquidez a los bancos.


La especulación que produjo una sangría del 11% de las reservas del Banco de México
(BM) causó el enojo de diputados federales, que recordaron la salida de dólares que hubo en 1982.

La batería de medidas adoptadas a ambos lados del Atlántico por Gobiernos y autoridades monetarias ha tenido una enorme repercusión en los mercados, a los que han conseguido convencer, tranquilizar y darles esperanzas, al menos momentáneamente.






DEFINICIÓN DE FINANZAS

Las finanzas estudian la manera en que la gente asigna recursos escasos a través del tiempo. Dos características que distinguen las decisiones financieras y otras decisiones relacionadas con la distribución o asignación de recursos consisten en que los costos y beneficios de las primeras: 1) se distribuyen a lo largo del tiempo y 2) ni los decisores ni los demás suelen conocerlos anticipadamente con certeza.

Al poner en práctica las decisiones financieras, las personas se sirven del sistema financiero, que es el conjunto de mercados y otras instituciones mediante los cuales se realizan los contratos financieros y el intercambio de activos y riesgo. Este sistema incluye los mercados de acciones, los bonos y otros instrumentos financieros, los intermediarios financieros (bancos y compañías de seguros por ejemplo), las compañías de servicios financieros (entre ellas, las empresas de asesoría financiera) y los organismos reguladores que rigen a todas ellas.

La teoría financiera consta de una serie de conceptos que nos ayudan a organizar nuestras ideas sobre cómo asignar recursos a través del tiempo y de un grupo de modelos cuantitativos que nos permitan evaluar alternativas, adoptar decisiones y realizarlas.los mismos modelos se aplican a todos los niveles de la toma de decisiones: desde la de alquilar un automóvil o iniciar un negocio hasta la decisión del director financiero de una gran empresa de entrar en la industria de las telecomunicaciones o la decisión del banco mundial acerca de cuáles proyectos de desarrollo apoyar.

Un principio básico de las finanzas establece lo siguiente: la función fundamental del sistema es satisfacer las necesidades y preferencias de consumo de la población, sin excluir ninguna de las necesidades básicas de la vida: alimento, vestido y vivienda. Las organizaciones económicas, entre ellas las empresas y los gobiernos, tienen por objeto facilitar el cumplimiento de esa función tan trascendente.

domingo, 12 de octubre de 2008

PORQUÉ ESTUDIAR FINANZAS?

Hay por lo menos cinco razones por las cuales se deben estudiar finanzas:

1- Administrar los recursos personales.
2- Tratar con el mundo de los negocios.
3- Aprovechar oportunidades profesionales interesantes y satisfactorias.
4- Tomar como ciudadano decisiones bien fundamentadas de interés público.
5- Enriquecer la mente.


Primero, conocer algunos conceptos financieros nos sirve para administrar nuestros recursos personales. ¿Puede uno tener éxito en la vida sin saber nada de finanzas? Tal vez. Pero si no se conoce nada de ellas, se encontrará totalmente a merced de los demás.

Una segunda razón por la cual se ha de estudiar finanzas es que en el mundo de los negocios no se puede prescindir de un conocimiento básico de ellas. Aún cuando no se vaya uno a especializar en finanzas, debe de conocer bien los conceptos, métodos y términos empleados por los especialistas para comunicarse con ellos y reconocer los límites de lo que pueden hacer.

Tercero, puede existir interés en dedicarse a la carrera de finanzas. Este campo ofrece oportunidades personales muy variadas y satisfactorias, así como multitud de áreas especializadas que se pueden ofrecer. La mayoría de estos expertos trabajan en el sector de servicios financieros de la economía: banca, seguros o administradores financieros en compañías no financieras o en el gobierno. Otros pueden dedicarse a la docencia.

Cuarto, para que un ciudadano tome decisiones bien fundamentadas, ha de conocer los aspectos básicos de cómo funciona el sistema financiero. Éste representa una parte importante de la infraestructura de cualquier sociedad orientada al mercado. De hecho, en opinión de muchos, un conjunto de sólidas instituciones financieras es un elemento indispensable del crecimiento y desarrollo económicos.

Quinto, las finanzas pueden ser una especialidad muy interesante desde el punto de vista meramente intelectual. Amplía nuestro conocimiento de cómo funciona el mundo real. El estudio científico de las finanzas tiene una historia muy vieja.

DECISIONES FINANCIERAS DE LAS EMPRESAS

Por definición, las empresas de negocios –o simplemente las empresas- son entidades cuya función primaria es producir bienes y servicios. Como las familias, también las empresas presentan multitud de formas y tamaños. En un extremo encontramos los talleres pequeños, las tiendas y los restaurantes que son propiedad de un individuo o de una familia. En otro extremo están las compañías gigantescas, como Mitsubishi o General Motors, con miles de empleados y con una cantidad aún mayor de propietarios. La forma de las finanzas que trata de las decisiones financieras de estas organizaciones recibe el nombre de finanzas corporativas o de empresas.

Para producir bienes o servicios todas las compañías, tanto grandes como pequeñas, necesitan capital. Se da el nombre de capital físico a los edificios, maquinaria y otros insumos intermedios que se utilizan en el proceso de producción. Y se llama capital financiero a las acciones, bonos y préstamos con que se financia la adquisición del capital físico.

La primera decisión que una compañía ha de hacer es en que negocio desea entrar. A esto se le conoce con el nombre de planeación estratégica. Se trata fundamentalmente de un proceso financiero de toma de decisiones, ya que requiere evaluar los costos y beneficios distribuidos a lo largo del tiempo.

Una vez que los directivos han decidido en que negocios están, deben preparar un plan para adquirir fábricas, maquinaria, laboratorios de investigación, salas de exhibición, bodegas y otros activos duraderos, así como la capacitación del personal que los operará. Este es el proceso de elaboración del presupuesto de capital.

La unidad básica del análisis del proceso es el proyecto de inversión. El proceso consiste en crear las ideas para los nuevos proyectos de inversión, evaluarlas, decidir cuales emprender y luego ponerlas en práctica.

Una vez que la compañía haya decidido cuales proyectos desea realizar, debe encontrar la manera de financiarlos. A diferencia de las decisiones relativas a la elaboración del presupuesto de capital, la unidad de análisis en las decisiones sobre la estructura de capital “no” es el proyecto individual de inversión, si no la totalidad de la empresa. En este tipo de decisiones se comienza determinando un plan de financiamiento factible para la empresa. Una vez establecido, se abordará la cuestión de la mezcla óptima de financiamiento.

La estructura de capital de una empresa determina entre quienes y en qué proporción se distribuirán los flujos de efectivo futuros. Así, los bonos prometen un pago fijo en efectivo, mientras que las acciones pagan el valor residual que queda después de pagar al resto de los reclamantes. La estructura de capital también determina en parte quien tendrá el control de la compañía. En términos generales, los accionistas lo ejercen gracias a su derecho de elegir el consejo de administración.

La administración del capital de trabajo es indispensable para el éxito de una compañía. Un plan óptimo a largo plazo puede fracasar, si los directivos no atienden las actividades financieras rutinarias. Incluso en una empresa exitosa y en crecimiento, las entradas y salidas de efectivo posiblemente no estén perfectamente sincronizadas. Los gerentes deben preocuparse por cobrarles a los clientes, pagar las facturas cuando se venzan y en general administrar el lujo de efectivo para asegurarse de que se financien los déficit operativos del flujo de efectivo y de que los excedentes se inviertan eficientemente para obtener un buen rendimiento.

TIPOS DE EMPRESAS

Una compañía puede organizarse en tres tipos básicos: empresa individual, sociedad en nombre colectivo y sociedad anónima. La empresa individual es una compañía cuya propiedad pertenece a un individuo o familia y cuyo activo y pasivo son el activo y pasivo personal del propietario. Tiene una responsabilidad ilimitada de las deudas y otros pasivos. Ello significa que, si la compañía no puede pagar sus deudas, pueden embargarse otros bienes del propietario para satisfacer las demandas de sus acreedores.

Una sociedad en nombre colectivo es una compañía con dos o más propietarios, llamados socios, que comparten el patrimonio de ella. En el contrato de este tipo de organización suele estipularse cómo se tomarán las decisiones y cómo se repartirán las pérdidas y ganancias. Salvo que se estipule lo contrario, los socios tienen responsabilidad ilimitada igual que en la empresa individual. No obstante, es posible limitar la responsabilidad de algunos socios a quienes se les designa como “socios con responsabilidad limitada”. Al menos uno de los socios, llamado “socio general”, tiene responsabilidad ilimitada por las deudas de la sociedad. Por lo regular los socios con responsabilidad limitada no tienen que tomar decisiones rutinarias en la empresa, no así el socio general.

A diferencia de la empresa individual y de la sociedad en nombre colectivo, una sociedad anónima o corporación es una compañía con entidad legal independiente de sus propietarios. Esas sociedades pueden poseer propiedad, obtener préstamos y celebrar contratos. También pueden entablar demandas y ser demandadas. Casi siempre se les grava conforme a reglas distintas a las que se aplican a otras modalidades de organización.

En la escritura constitutiva de una corporación se estipulan las reglas que la regirán. Los accionistas tienen el derecho a compartir las distribuciones que se realicen (por ejemplo, los dividendos en efectivo) proporcionalmente a la cantidad de acciones que posean. También eligen al consejo de administración, que a su vez escoge a los gerentes que dirigirán la corporación. Generalmente cada acción tiene derecho a un voto, aunque en ocasiones hay varias clases de acciones con diferente derecho a voto.

Una ventaja de la forma corporativa estriba en que las participaciones de la propiedad generalmente pueden transferirse sin alterar la empresa. Otra ventaja es la responsabilidad limitada: si la corporación no liquida sus deudas, los acreedores pueden embargarle los activos, pero no pueden hacerlo mismo con los bienes de los accionistas. En este sentido una corporación cumple la misma función que el socio general de una sociedad en nombre colectivo, y los accionistas se asemejan a los socios de responsabilidad limitada.

En todo el mundo las grandes empresas casi siempre están organizadas como sociedades anónimas, aunque la propiedad puede pertenecer a una persona o una familia.
Los pormenores de las leyes que rigen a las sociedades anónimas difieren de un país a otro.

SEPARACIÓN ENTRE PROPIEDAD Y ADMINISTRACIÓN


En las empresas individuales e incluso en muchas sociedades de nombre colectivo, los propietarios y los gerentes son las mismas personas. Pero en las grandes, los propietarios no administran personalmente los negocios. Más bien delegan esa responsabilidad a gerentes profesionales que no siempre tienen acciones de ellos. Hay por lo menos cinco razones por las cuales los propietarios delegan la dirección a otras personas.

Primero, pueden contratarse administradores profesionales con una excelente habilidad para dirigir la empresa. Ello puede deberse a que cuentan con mejores conocimientos tecnológicos, más experiencia y una personalidad más adecuada para el puesto. En una estructura donde el propietario también es el gerente, es necesario que reúna las cualidades de un ejecutivo y los recursos necesarios para realizar la producción.

Segundo, quizá haya que reunir los recursos de muchas familias para alcanzar un nivel eficiente en la empresa. La necesidad de reunir recursos para lograr una escala eficiente de producción hace necesario una estructura con muchos propietarios, sin que todos tengan que estar involucrados en administrar el negocio.

Tercero, en un ambiente económico incierto, los propietarios querrán diversificar los riesgos entre muchas compañías. Una diversificación óptima requiere que el inversionista tenga un portafolio de activos, donde cada valor no sea más que una parte pequeña. Esta diversificación eficiente es difícil de lograr si no se separan la propiedad y la administración.

Cuarto, en la estructura separada es posible reducir los costos de la obtención de la información. Los gerentes pueden reunir la información más exacta de que se dispone sobre la tecnología de producción, sobre los costos de los insumos y sobre la demanda de los productos.

Quinto, hay una “curva de aprendizaje” o “interés permanente”, que favorece a la estructura separada. Supongamos que el propietario quiere vender ahora o más tarde toda su tecnología o una parte de ella. Si el dueño tiene que ser también el director, los nuevos dueños aprenderán el negocio del ex propietario para poder administrarlo eficientemente. Pero si el dueño no tiene que serlo, entonces cuando se venda la compañía el director seguirá en su puesto trabajando para los nuevos propietarios.

La sociedad anónima es idónea para separar la propiedad y la dirección de la empresa, ya que admite cambios relativamente frecuentes de dueños por medio de la transferencia de acciones sin que ello afecte a las operaciones. En todo el mundo, millones de acciones de este tipo de organización cambian de manos diariamente y rara vez ello repercute en la administración u operaciones de las compañías.

Las razones que justifican la separación de la propiedad y la administración se ven contrarrestadas por una desventaja: este tipo de estructura favorece un conflicto de intereses entre los dueños y los directivos. Los propietarios pueden contar con información incompleta sobre si los directivos están atendiendo bien el negocio; por ello éstos pueden descuidar sus obligaciones con los accionistas.

En los ambientes de negocios donde con un costo razonable pueden resolverse los posibles conflictos de intereses entre propietarios y directivos, cabe suponer que los primeros no sean gerentes. Y también cabe suponer que la propiedad de las compañías se distribuya entre muchos individuos. Más aún, cabe esperar que, con el tiempo, los cambios de la composición de la propiedad sean mucho más frecuentes que los de la composición de gerentes.

EL OBJETIVO DE LA ADMINISTRACIÓN

Puesto que el director de una empresa es contratado por los accionistas debe ante todo defender los intereses de ellos. Pero éste no es el objetivo exclusivo de la administración. Como todos los miembros de la sociedad, los directores corporativos tienen la obligación de obedecer la ley.

También deben de respetar las normas éticas y luchar por alcanzar las metas sociales adecuadas cuando sea posible y a un costo razonable para los accionistas. Pero aún cuando limitemos el objetivo de los directivos exclusivamente a atender los intereses de los accionistas, no es claro como pueden conseguirlo.

Pero entonces los propietarios deberían de tener el mismo conocimiento y dedicar esencialmente el mismo tiempo que si estuvieran dirigiendo personalmente la empresa. Este procedimiento podría realizarse cuando los dueños son pocos, pero se vuelve totalmente impráctico a medida que crece el número de ellos. De hecho en una multinacional puede haber millones de accionistas y tal vez estén dispersos en muchos países. De ahí la necesidad de encontrar una meta o regla que guíe a los directivos sin que tengan que consultar la mayoría de las decisiones con los propietarios.

Para que sea eficaz, la regla “correcta” no deberá requerir que los gerentes conozcan las preferencias de riesgo ni las opiniones de los accionistas al respecto, por ser prácticamente imposible recabar esa información.
Sin duda la regla correcta debe ser una que puedan seguir los gerentes y que les permita tomar las decisiones financieras y de inversión que adoptaría cada uno de los dueños si pudieran tomarlas personalmente.

Y esa regla es precisamente la maximización de la riqueza de los accionistas.
La regla de maximización de la riqueza de los accionistas se basa exclusivamente en la tecnología de producción de la empresa, en las tasas de interés del mercado, en las primas de riesgo del mercado y en los precios de las acciones.

Guía a los gerentes a que tómenlas mismas decisiones de inversión que los propietarios habrían adoptado en caso de poder hacerlo. Por otra parte, no se funda en la aversión al riesgo ni en la riqueza de los propietarios, de modo que pude prescindir de cualquier información específica concerniente a los propietarios. En conclusión, es la regla “correcta” que han de observar los gerentes al dirigir la empresa. Y pueden aplicarla sin necesidad de consultar a los propietarios cada vez que tienen que decidir.

Los especialistas y otros analistas del comportamiento organizacional a veces sostienen que la meta de los directivos es maximizar las utilidades. En algunas circunstancias especiales, la maximización de las utilidades y la maximización de la riqueza de los accionistas dan origen a las mismas decisiones. Pero en términos generales el criterio de maximización de las utilidades presenta dos ambigüedades fundamentales:
· Si el proceso de producción requiere muchos periodos, ¿ de cuál de éstos serán las utilidades que se maximicen?.
· Si no se conocen con certeza los ingresos ni los gastos futuros, ¿qué significa “maximizar las utilidades” cuando éstas se describen con una distribución de probabilidad?

A diferencia de las utilidades, es evidente que el valor se mercado de la participación de los accionistas está bien definido. Por eso, encontraste con la regla de maximización de las utilidades, la de maximización de la riqueza de los accionistas no causa ambigüedades cuando los flujos de efectivos futuros son inciertos.

La meta de los gerentes es tomar decisiones que maximicen el valor que la empresa tiene para los accionistas. La principal dificultad para aplicar el criterio estriba en obtener información relativa al impacto probable que sus decisiones ejercerán sobre el valor de la compañía. Esta tarea se facilita enormemente cuando están en condiciones de observar los precios de mercado de sus acciones y los de las acciones de otras empresas.

En efecto, cuando carece de dicha información, sin duda les será difícil utilizar este criterio. Aunque cabe suponer que un buen gerente contará con suficiente información sobre la tecnología de producción, esa información interna (de la compañía) no basta para tomar decisiones adecuadas. Cuando no se cuenta con un mercado accionario, necesitarán información externa cuya obtención es costosa, aunque no imposible: la riqueza, las preferencias y otras oportunidades de inversión de los propietarios.

DISCIPLINA EJERCIDA POR EL MERCADO: ADQUISICIONES


¿De qué medidas se dispone para obligar a los directivos a anteponer siempre el interés de los accionistas? Una muy decisiva: éstos podrían votar para que los despidieran. Pero como una de las principales ventajas de la estructura separada consiste en que los propietarios no están muy enterados de la marcha de la empresa, difícilmente podrían saber si su compañía está siendo administrada de forma ineficiente.

El valor de los derechos de voto como medio de presión se disminuye aún más, si muchas personas o entidades comparten la propiedad de la compañía. En tal caso probablemente las acciones de un propietario sean tan pequeñas que no invertirá en obtener información ni en comunicarla a otros dueños. En consecuencia los derechos de voto contribuyen poco para resolver este dilema.

La existencia de un mercado accionario competitivo constituye otro importante mecanismo para conciliar los incentivos de los directivos con los de los accionistas. Nos referimos a la adquisición.

Para entender como la amenaza de una adquisición obliga a los direcrtivos a buscar ante todo el interés de los accionistas, supongamos que una entidad –un ”oportunista” corporativo_ identifica una compañía muy mal administrada (es decir, una empresa cuyos directivos escogen un plan de inversión que produce un valor de mercado mucho menor que el valor máximo obtenible con sus recursos). El oportunista compra suficientes acciones de ella para adquirir el control y reemplaza los ejecutivos con otros que la operen de manera óptima.

Luego de anunciar el cambio de planes de inversión de la compañía comprada, el oportunista vende las acciones de ella al nuevo precio de mercado obteniendo así una utilidad inmediata. Obsérvese que no tuvo que aportar recursos tangibles para obtener esa ganancia. Por tanto, los únicos gastos realizados son el costo de encontrar esa empresa y la cantidad que pagó por sus acciones.

El costo de identificar una compañía mal administrada es variable, pero es relativamente bajo si el oportunista o especulador es un proveedor, un cliente o un competidor de ella, pues en gran parte de la información requerida posiblemente ya se ha recabado con otros fines. Por tal razón, el mecanismo de la adquisición funciona aunque no se inviertan recursos con el propósito explícito de localizar este tipo de compañía.

Con todo, en caso de que haya muchas empresas mal administradas, conviene destinar fuertes cantidades para encontrarlas, del mismo modo que se invierte en la investigación de nuevos proyectos. Por lo tanto, la amenaza de una adquisición y la subsecuente sustitución de los ejecutivos constituye un gran incentivo para que los directivos actuales (que buscan su interés personal) maximicen el valor de mercado de las acciones y de este modo antepongan los intereses de los propietarios.

EL PAPEL DEL ESPECIALISTA FINANCIERO EN LA EMPRESA

Prácticamente todas las decisiones a que se llega en una compañía son al menos parcialmente de tipo financiero, porque requieren compromisos entre los costos y beneficios distribuidos a lo largo del tiempo. De ahí que en las grandes empresas, casi todos los ejecutivos desde el director general hasta los gerentes de las unidades de producción, de las unidades de mercadotecnia, de los laboratorios de investigación y de otros departamentos que utilicen los servicios de especialistas financieros.

DEFINICION de ejecutivo de finanzas: cualquier persona con autoridad para realizar una de las funciones que se mencionan en la siguiente tabla:

FUNCIONES FINANCIERAS DE UNA EMPRESA

1. PLANEACIÓN
Establecer, coordinar y administrar, como parte integral de la dirección, un plan adecuado cuyo fin es controlar las operaciones. En la medida en que se requiera en la empresa, este plan incluirá lo siguiente:
a. Planeación financiera y corporativa a corto y a largo plazo.
b. Elaboración del presupuesto de los desembolsos de capital y de las operaciones o de ambos.
c. Pronóstico de ventas.
d. Evaluación del desempeño.
e. Políticas de fijación de precios.
f. Evaluación económica.
g. Análisis de adquisiciones y de desinversiones.


2. OBTENCIÓN DE CAPITAL
Establecer y realizar programas para conseguir el capital que requiera la empresa.


3. ADMINISTRACIÓN DE FONDOS
a. Administración de efectivo.
b. Conservación de los convenios bancarios.
c. Recepción, custodia y desembolso del dinero y valores de la compañía.
d. Administración de crédito y cobranzas.
e. Administración de los fondos de pensiones.
f. Administración de las inversiones.
g. Responsabilidades de custodia.


4. CONTABILIDAD Y CONTROL
a. Establecimiento de las políticas contables.
b. Preparación y presentación de la información contable.
c. Estándares de costos.
d. Auditoría interna.
e. Sistemas y procedimientos (de contabilidad).
f. Presentación de informes al gobierno.
g. Informe e interpretación de resultados de las operaciones a la gerencia.
h. Comparación del desempeño con los planes y normas de operación.


5. PROTECCIÓN DEL ACTIVO
a. Obtención de la cobertura de seguro según se requiera.
b. Conseguir la protección del activo de la empresa y prevenir las pérdidas mediante el control y la auditoría interna.
c. Administración de los bienes raíces.


6. ADMINISTRACIÓN DE IMPUESTOS
a. Establecimiento y administración de las políticas y procedimientos fiscales.
b. Relaciones con los organismos fiscales.
c. Preparación de las declaraciones de impuestos.
d. Planeación de impuestos.


7. RELACIONES CON LOS INVERSIONISTAS
a. Establecimiento y mantenimiento de enlace con la comunidad de inversionistas.
b. Establecimiento y mantenimiento de la comunicación con los accionistas de la compañía.
c. Consulta con los analistas (información financiera pública).


8. EVALUACIÓN Y CONSULTORÍA
Evaluar con otros ejecutivos de la compañía la política, las operaciones, los objetivos y la eficiencia corporativa.


9. ADMINISTRACIÓN DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN
a. Desarrollo y uso de los sistemas de procesamiento electrónico de los datos.
b. Desarrollo y uso de los sistemas de información gerencial.
c. Desarrollo y uso de sistemas y procedimientos.


La organización de la función financiera y su relación con otros departamentos varía de una compañía a otra; con todo, en el organigrama que se presenta abajo, se muestra una estructura “común” de una gran empresa.
En la parte superior aparece el director ejecutivo, que casi siempre es el presidente. El director de finanzas es un vicepresidente, se encarga de todas las funciones financieras y depende directamente del director ejecutivo. La compañía cuenta también con n director de operaciones y un director de mercadotecnia.
El director financiero tiene tres departamentos a sus órdenes: planeación financiera, tesorería y control, encabezados cada uno por un director. El director de planeación financiera se encarga de analizar los grandes desembolsos de capital como las propuestas de entrar en nuevas líneas de negocios o salir de negocios ya existentes. Esto incluye analizar las propuestas de fusiones, adquisiciones y creación de subsidiarias.
El tesorero tiene la responsabilidad de dirigir las actividades financieras de la compañía y administrar el capital de trabajo. Entre sus funciones figuran las siguientes: encargarse de las relaciones con la comunidad de inversionistas externos, administrar la exposición a los riesgos de la moneda y de las tasas de interés, dirigir el departamento de impuestos.



ADMINISTRACIÓN FINANCIERA NACIONAL vs MULTINACIONAL

En teoría, los conceptos y los procedimientos que se verán en la materia, son válidos para las empresas que realizan operaciones nacionales e internacionales. Sin embargo, varios problemas que se asocian en forma exclusiva con el medio ambiente internacional incrementan la complejidad de la tarea del administrador en una corporación multinacional y, con frecuencia, obligan al administrador a alterar la manera en que se evalúan y comparan los cursos de acción alternativos. Seis principales factores distinguen a la administración financiera tal como es practicada por las empresas que operan dentro de un solo país de la practicada por aquellas que actúan en diversos países.

1. Distintas denominaciones de monedas. Los flujos de efectivo provenientes de varias partes de un sistema corporativo multinacional generalmente se encuentran denominados en monedas distintas. Por tanto, es importante incluir en todos los análisis financieros uno sobre los tipos de cambio y los efectos de los valores fluctuantes de las monedas.

2. Ramificaciones económicas legales. Cada uno de los países en los que opera una empresa tiene sus propias instituciones políticas y económicas de tipo único. Por lo tanto, las diferencias institucionales entre los países pueden ocasionar problemas significativos cuando una empresa trata de coordinar y controlar las operaciones mundiales de sus subsidiarias. Por ejemplo, las diferencias entre las leyes fiscales de diversos países pueden ocasionar que una transacción en particular tenga consecuencias extraordinariamente distintas, después de impuestos, lo cual depende del lugar en que haya ocurrido la transacción. De manera similar, los diferentes sistemas legales de los países anfitriones complican muchas cosas, desde el simple registro de una transacción hasta el papel que desempeña la autoridad judicial para resolver los conflictos. Tales diferencias pueden restringir la flexibilidad de las corporaciones multinacionales para desplegar sus recursos de acuerdo con sus intereses y aún hacer que los procedimientos aplicados en una división de la compañía sean ilegales mientras que en otra sean legales. Estas diferencias también hacen difícil que los ejecutivos capacitados en un país operen de manera eficaz en otro.

3. Diferencias de lenguaje. La capacidad para comunicarse es de importancia fundamental en todas las transacciones comerciales. Los estadunidenses tienen una desventaja porque por lo general solo hablan inglés; en cambio, los hombres de negocios europeos y japoneses, de ordinario hablan con fluidez varios idiomas; paulatinamente los empresarios y ejecutivos mexicanos han entendido lo importante que es la herramienta del idioma, y son cada vez más los que dominan los idiomas de los países con los que realizan intercambios comerciales. Eso permitirá incursionar entonces en los mercados extranjeros, tanto como ellos lo hacen en el nuestro.

4. Diferencias culturales. Aún dentro de regiones geográficas consideradas durante mucho tiempo bastante homogéneas, diferentes países tienen herencias culturales singulares que dan forma a sus valores e influyen en el papel que desempeñan las empresas en la sociedad. Las corporaciones multinacionales han descubierto que aspectos tales como la definición de las metas apropiadas de la empresa, las actitudes ante la toma de riesgos, los tratos y acuerdos con los empleados, la capacidad para restringir las operaciones improductivas y otros aspectos similares pueden variar de una forma sustancial de un país a otro.

5. Papel de los gobiernos. La mayoría de los modelos financieros tradicionales suponen la existencia de un mercado competitivo en el cual los términos de comercio están determinados por los participantes. El gobierno, a través de su poder para establecer reglas básicas, está involucrado en este proceso, pero su participación es mínima. De este modo, el mercado proporciona tanto el barómetro principal del éxito, como un indicador de las acciones que deben de ser tomadas para mantener la competitividad. Este punto de vista del proceso es razonablemente correcto para algunas naciones industrializadas mayores, pero no describe en forma exacta la situación que se presenta en la mayor parte del mundo. Con frecuencia, las condiciones bajo las cuales compiten las compañías, las acciones que deben tomarse o evitarse los términos de comercio de las diversas transacciones se determinan, no en el lugar del mercado, si no por medio de una negociación directa entre el gobierno anfitrión y la organización multinacional. Éste es en esencia un proceso político que debe ser tratado como tal.

6. Riesgo político. La característica distintiva de una nación que la hace diferente a una corporación multinacional es que ejerce la soberanía sobre las personas y las propiedades que se encuentran en su territorio. Por consiguiente, una nación tiene libertad para establecer restricciones sobre la transferencia de los recursos corporativos y aún para expropiar (esto es, adquirir para el uso público) los activos de una empresa sin compensación alguna. Éste es un riesgo político que tiende a ser principalmente un hecho dado, más que una variable que pueda cambiarse mediante una negociación. El riesgo político, que varía entre los países, debe ser tratado en forma explícita en cualquier análisis financiero. Otro aspecto del riesgo político es el terrorismo, el narcotráfico, la corrupción, las guerras que se encuentren presentes en los distintos países.

Estos seis factores complican la administración financiera de las corporaciones multinacionales e incrementan los riesgos a los que tienen que enfrentarse las empresas involucradas. Sin embargo, los pronósticos que anticipan altas utilidades, a menudo facilitan que las empresas acepten estos riesgos y aprendan como minimizarlos o, por lo menos, cómo vivir con ellos.